Concretamente ese día por la tarde me desplacé a Punta Hidalgo (norte de Tenerife) para fotografiar una tormenta que se acercaba por el noroeste, pero esta me sorprendió y se alejó hacia el norte de las islas.
Cual fue mi sorpresa que mientras fotografiaba nubes de los restos de esa tormenta, se formaba entre el canal de Tenerife y Gran Canaria una célula convectiva, asomando restos de esta por Anaga y mientras pasaban las horas esos restos iban evolucionando sobre el Macizo.
